sábado, 16 de julio de 2011

- Novelas -

Tan fácil es creer el cuento de una novela que ya fue vista un millón de veces, pero aun así seguimos riendo y llorando como la primera vez, y aunque sabemos que es mentira eso que cuenta, nos sentimos identificados y lo creemos.
Nos gusta saber que alguien piensa igual que nosotros, saber que uno no es el único que quiere despertar o mirar más allá de lo que cuentan las novelas.
No siempre sale todo como uno lo espera porque es muy difícil estar en un lugar y tiempo indicado al momento de actuar, siempre algo se quiebra y nos arruina los planes.
Sería tan perfecta la vida si fuese una novela, en donde todos escriban su propia historia, su destino. Que los malos pierdan y los buenos sean los héroes. Que las muertes y los accidentes sean solo efectos especiales que le dan un sentido y un conflicto a la novela para que no aburra; pero que al final del día ocurra el milagro  que arregle todo lo malo, que ocurra ese golpe de suerte y que cambie todo.
Ojala la gente pudiese creer mas en las novelas, a pesar de saber el final, ojala se dejara llevar,creer en la historia de amor, de ficción, o de comedia, dejar de pensar en sus problemas, porque qué fácil que es olvidarse de todo cuando uno se engancha con una novela, estás esperando que sea la hora y si se retrasa un poco o si se corta por cadena nacional, se te ponen los pelos de punta y llamas a todas tus amigas por si tu televisor es el que falla, pero ojo! Que no te llamen mientras ocurre ese momento tan esperado porque de seguro que no vas a atender…

¿Dónde es el mundo de las novelas? Donde existen las hadas y los príncipes azules.
Me encantaría viajar por unos días a ese lugar y aprender a creer en mi destino.